Bueno, Abel, desgraciadamente, me he hecho las cuentas y no puedo disponer del dinero para tus patines.
Le he comentado a algún colega a ver si están interesados, pero no se atreven todavía con botas bajas.
Si es caso, ya te mandaría un privado para ver si más adelante estás interesado en venderlas. Ya siento haber mareado tanto la perdiz, pero he estado muy liado.