Como ocurre con cualquier procedimiento médico, la FIV con óvulos de donante conlleva riesgos, pero pueden reducirse. Es importante ser consciente de las posibles complicaciones, como los embarazos múltiples o el síndrome de hiperestimulación ovárica. Sin embargo, seguir las recomendaciones del médico y elegir una clínica de calidad puede ayudar a reducir la probabilidad de que surjan estos problemas.