Hola amigos, quería comentaros que el otro día tuve una caida que en apariencia fue bastante aparatosa, con un «¡¡ohhhhhhhhhh!!» como sonido de fondo de todos los que la presenciaron, y que luego no fue en absoluto traumática en ninguno de los sentidos.
Bajaba la calle Alcalá a velocidad (30-35 km/h), lo que permite dicha calle y con el consiguiente semáforo al final, en la frenada una bici se me metió por la derecha y no me dejaba pasar a la acera, me desequilibré porque no me llevara por delante y caí volteándome sobre la cadera izquierda y frenándome a parte de con las placas del pantalón de protección, con las muñequeras.
El deslizamiento fue de unos metros, lo que evitó el golpe seco, pero pude comprobar que dicha caida no me produjo ningún daño en relación a otras menos aparatosas y sin velocidad.
Lo importante en ese tipo de caidas es que no vaya ningún vehículo pegado a tu culo, y ésto lo cuido bastante en las bajadas que decido hacer por calzada, por zonas conocidas y aprovechando que se cortan los semáforos, por lo tanto no cabía la posibilidad de atropello por un vehículo de motor, solo por la dichosa bici que no me permitía pasar a la acera.
Fueron momentos de tensión y todo fue muy rápido, caí, deslicé y me levanté casi a la vez por lo que pocos de mi grupo se dieron cuenta de lo sucedido.
Y luego ya véis, casi en parado la gente se rompe los huesos, o en mi caso la cara el año pasado.