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Enrico Perano es una de las leyendas vivas del patinaje en línea. Fue pionero en el desarrollo del Freestyle slalom y otras disciplinas del patinaje en línea. Desde siempre, ha demostrado su voluntad de ayudar en lo posible para que este deporte crezca cada día un poco más. Y buena muestra de ello es la visita que nos hizo en Barcelona, con curso incluido, sin querer cobrar ni un duro y pagándolo todo de su bolsillo. Esta es la crónica de la visita que nos hizo el pasado 3 y 4 de junio en Barcelona:
El viernes por la tarde me calcé los patines y me dirigí al hotel en el que se alojaba Enrico. Había intercambiado muchos emails con el, pero no lo conocía en persona. Una vez hechas las presentaciones, me comunicó apesadumbrado que en el aeropuerto le habían perdido las maletas, es decir, que no tenía nada a parte de lo que llevaba puesto. Por lo tanto, nos pusimos a llamar al aeropuerto y después de mucho insistir, nos dijeron que seguramente sobre las 23h podríamos recuperar las maletas pero que deberíamos irlas a recoger al aeropuerto. Esto nos desmontaba los planes ya que esa misma noche se había convocado una ruta para enseñarle la ciudad.
Una vez ya asumido del echo de que no podríamos patinar ese día, cogimos el metro y le enseñé el lugar en donde daría las clases, es decir, la Estación del Norte. La idea era que diera sus clases después de que yo acabara las mías. Una vez enseñado el lugar, caí en la cuenta que era muy posible que no hubiera comido nada desde el mediodía y ya eran las 8 de la tarde! Así que lo invité a mi casa y nos preparamos algo para comer. Más tarde fuimos al aeropuerto y después de un buen rato, Enrico ya tenía sus maletas con sus patines.
A la mañana siguiente Enrico se presentó en la Estación del Norte sobre las 11 de la mañana. Nada más llegar empezó a calentar y ya pude ver un anticipo de lo que era capaz de hacer ese hombre.
Al acabar las clases pusimos los conos en el lugar que esa misma mañana ya habíamos marcado, Sergio, un compañero de Enrico, y yo. Teníamos 5 filas de 20 conos colocadas en separaciones de 80 cm, 50 cm y 30 cm.
A las 13:30h empezó el espectáculo. Mientras hacía la introducción que Enrico me había pedido que hiciera, el iba dando muestras de sus capacidades, bailando, espatarrándose hasta lo inimaginable, etc.. Una multitud de más de 60 personas miraba atónita las evoluciones de este patinador de 35años+120 meses, como a el le gusta decir, que empezó a patinar a los 35 años!
El espectáculo fue muy bueno aunque la acústica del lugar no permitía oír con claridad las explicaciones del maestro. Una vez finalizado su show, invitó al público asistente a enseñarles algunos pasos de baile. Al principio fueron unos pocos, pero poco a fuimos perdiendo la vergüenza y nos animamos a mover las piernas.
Más tarde nos fuimos a comer con otros patinadores y convocamos una ruta para la noche. Por mi parte, quedé con Enrico por la tarde para intercambiar conocimientos. El me expresó su voluntad de aprender técnica de velocidad, sobretodo arrancadas, ya que participa en pruebas de descenso y ese era uno de sus puntos flojos.
Nada más recogerlo del hotel, empezó a patinar a toda velocidad por entre los coches de espaldas a un solo pie…Me daba la impresión de ser un abuelo a su lado, intentando tranquilizar a un adolescente hiperactivo…Hay que decir que no es fácil patinar al lado de este hombre, ya que es un espectáculo rodante y los que nos gusta pasar desapercibidos lo pasamos un poco mal.
Al llegar la noche, y después de haber repuesto fuerzas, nos dirigimos a la Estación del Norte para salir de ruta con otros patinadores. La ruta fue sencilla pero agradable. Enrico volvió a hacer de las suyas y a la mínima que podía, se ponía con una pierna al aire mientras los demás observábamos atónitos cómo era posible que pudiera poner un patín al lado de su oreja y seguir patinando.
Un par de horas más tarde, nos despedimos de Enrico y quedamos para devolverle la visita. Por su parte, nos transmitió su agradecimiento por el trato recibido y mostró su satisfacción por haber venido a Barcelona.
Des de aquí sólo nos queda agradecerle enormemente que nos haya hecho el honor de visitarnos y de que nos haya enseñado tantas cosas. Pero sobre todo, estamos encantados de haber conocido a una gran persona.
Gracias Enrico!!!!
