Powerslide Hardcore Evo

Probamos el esperado Hardcore Evo de Powerslide. La última versión del Hardcore, que en 2009 parece que quiere consolidarse en la calle y en la competición.

El patín, que fué pionero en el concepto de botas de freeskate sin botín interno, pone toda la carne en el asador tanto a nivel técnico como a nivel estético para hacerse un hueco donde la competencia es bastante difícil de superar.

Lo primero que llama la atención al abrir la caja es el imponente núcleo de fibra de carbono y, al prestarle atención a esta zona… descubrimos unos extraños “pliegues” en la zona de la base que llaman aún más la atención. Esos pliegues son culpa del “hollow tube construction” diseñado por Powerslide (más adelante veremos que es).

Del apartado estético no tiene mucho sentido hablar, ya que es algo subjetivo, tengo que reconocer que, cuando me dijeron que iba a llevar tela vaquera pensé que se habían vuelto locos, sin embargo, personalmente creo que hice bien en tener fe en los diseñadores de la marca.
Más allá de la estética, los acabados son muy buenos, todo parece bien pegado, bien cosido, bien medido, sin parches ni piezas raras que sobresalgan por ningún sitio.

En el apartado técnico, el patín monta guia Hardcore 2008 en dos tallas (231mm hasta la 41)  ligera como las mejores del mercado (gramo arriba, gramo abajo) y de unas proporciones bien cuidadas para bajar el centro de gravedad lo más posible.

Las ruedas son las conocidas Matter Slalom también conocidas como “las matter amarillas” que han demostrado ser ruedas de excelente calidad en todos los sentidos.

Por último, y lo más esperado, los detalles de la bota:

Empezaremos por el núcleo, que incluye tecnología “hollow tube”, heredada de los hermanos mayores del patinaje de velocidad. Esta tecnología consiste en insertar unos tubos especiales en el núcleo de la bota, de adelante a atrás, haciendola más rígida y resistente, evitando sobre todo la torsión y la flexión de la base, algo importante en un deporte donde el patín continuamente apoya de lado, sobre la punta o sobre el talón.

 

Otra de las tecnologías heredadas de la velocidad es el SMHR, comunmente conocido como “núcleo termomoldeable”. Esta tecnología se basa en utilizar materiales especiales como la fibra de carbono y resinas epoxy que, al calentarlas en un horno cualquiera (siguiendo las instrucciones del fabricante!!), permiten moldear la bota para que adquiera la forma del pie.

Al saber esto, uno lo primero que quiere hacer es meter la bota en el horno, y echarle ketchup encima, pero en general no es necesario. La idea del SMHR es que las personas con un pie excesivamente ancho o con deformidades tenga un patín que no le haga daño en esos puntos especiales. Nosotros hemos podido perfectamente sin necesidad de “hornearlo”.

La fibra de carbono le otorga al patín una rigidez y resistencia superior a prácticamente cualquier otro material, con un ahorro en peso también importante. Consiguiendo una de las botas más ligeras del mercado, aunque no la más ligera, la diferencia con las de la competencia es prácticamente inapreciable a la hora de patinar.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

  El núcleo aporta otra tecnología más: el X-Slot. En vez de los clásicos dos o tres o siete agujeros, hay un “slot” o ranura con una rosca dentro que se mueve a lo largo de esta ranura. La ranura está en posición longitudinal con respecto al pie. De este modo, podemos colocar la guia más adelante o más atrás con precisión milimétrica.
Por otro lado, la guia tiene un slot o ranura transversal, de manera que podemos ajustar esta guia de lado a lado del pie.
Combinando un slot con el otro tenemos el X-Slot que nos permite ajustar la guia en cualquier posición a nivel milimétrico.

El sistema de cierres ha sido calificado de “complejo” por personas que no hacen slalom, pero “completo” por personas que sí lo hacen. La gran ventaja de este patín es que, si abrochar todo su sistema de cierres resultara engorroso e innecesario para algún patinador, todos los cierres se pueden quitar fácilmente sin tener que cortar o descoser nada.

Ahora bien, con un poco de práctica, son necesarios escasos 70 segundos por patín para ponerselo completamente bien abrochado y 27 segundos para quitarlos. Lo cual es, en mi opinión, un tiempo realmente bajo, sobre todo si tenemos en cuenta que, además, no hay que hacer absolutamente nada de fuerza ni para meter el pie, ni para sacarlo.

El sistema de cierres incluye un strap de velcro en la parte frontal del pie, un strap con cierre de velocidad en el empeine, un poco más ancho que los que se ven en otros patines distribuyendo así la presión por un area mayor, y que además es regulable para adaptarse a pies con el empeine muy alto o muy bajo, y por último el cierre de la caña con un sistema que hace que sea imposible que la caña se abra por muchísima fuerza que hagamos.
Además de los cierres, incluye los clásicos cordones que se pueden atar hasta la parte superior de la bota, aunque yo personalmente no lo hago.

La caña sigue siendo la misma que se diseñó para el S3, sin embargo, se ha cambiado el tipo de plástico haciendo que sea bastante más rígida. Importante anotar que el punto donde ensambla la caña está muy bien elegido ya que permite una correcta flexión hacia delante y hacia atrás.

La bota incluye los denominados “flex cut”, que son unos cortes realizados en lugares estrategicos que hacen que la bota flexe hacia delante y hacia atrás pero no hacia los laterales. Esto es clave por ejemplo para hacer footgun, wheeling, nosewheeling, koreanas… y encontrar el corte adecuado ha sido un punto delicado.

El problema de estos cortes es que la bota flexaba lateralmente al hacerlos. Para evitarlo, se han incluido unos refuerzos especiales dentro de la bota que aportan una sujección muy buena en trucos donde la torsión lateral es crítica (chicken leg, koreanas…)

Llega otro de los puntos críticos del patín: ¿Qué pasa cuando meto el pie dentro? Bien, la sensación es doble, por un lado, el pie completo está en contacto con el patín y transmite cierta sensación de rigidez y sujección importante, por otro lado, a pesar de ser un patín “duro” por no tener botín y plantilla, resulta cómodo por la correcta elección del acolchado. Es un acolchado denso, con distintos grosores según la zona pero, en general, muy correcto en todo el patín, haciendo que sea cómodo pero sin que absorba la energía de nuestros movimientos.
El material dentro de la bota es, además suave y agradable al tacto.

La lengüeta también tiene un diseño cuidado. Es gruesa, porque lleva varias capas. En la capa más externa, la lengüeta es dura, de manera que distribuye la presión de los cordones por todo el pie eliminando puntos de presión. Las capas intermedias son de acolchado, para hacerla más cómoda y, también para rellenar el mayor espacio posible entre los cordones y el pie, haciendo que quede bien fijado en el patín.
Por último, la capa que está en contacto con el pie es, de nuevo, suave y confortable.

En general da gusto meter el pie dentro de la bota ya que no hay puntos de presión, aunque hay que reconocer que no es tan cómoda como un patín de fitness, pero eso es algo inevitable en un patín al que se le exige mucho a nivel técnico.

Por último, incluye algunos accesorios como los protectores laterales estrategicamente colocados y muy bien colocados evitando no sólo que haya roces feos, sino que estos roces afecten a las costuras, también incluye una cinta en la parte de atrás de la caña para transportar el patín comodamente o para sujetar la bota al meter el pie.

El precio recomendado del patín son 349,99€ y ya se puede adquirir en tiendas especializadas. Además, Powerslide ha cedido varios pares a SlalomSeries.es para prestarlos durante los eventos de las Spanish Slalom Series.

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