Es más fácil de lo que aparenta, de verdad.
Sólo tres consejillos que te lo van a facilitar todavía más:
1. Antes de hacer la tijera para bajar el bordillo, consigue un poquito de velocidad. Es muchísimo más fácil porque sólo te tienes que preocupar de caer en la calzada con los patines en la misma posición de tijera que tenías en la acera. Si lo haces a poca velocidad, puedes tener alguna dificultad para controlar los tobillos, además del riesgo de que te moleste el taco y cosas por el estilo.
2. No intentes saltar, simplemente deja que los patines deslicen. El fallo más común al empezar con esta técnica es que el patinador hace el ademán de querer tomar impulso para pegar un saltito. No lo hagas por el momento, eso ya vendrá más adelante.
3. Al volver a contactar con el suelo, esta vez ya en la calzada, flexiona las piernas para amortiguar el impacto. Si el bordillo no es muy alto, este impacto es débil, pero bueno… la regla de oro… la flexión de piernas siempre te va a dar más estabilidad y control. No te de verguenza exagerar la posición hasta casi tocar el suelo con el culo, luego ya lo irás haciendo todo mucho más natural.
Espero haberte aportado algo.